Nombre del Avatar: Talila Vientolunar.
Raza del Avatar: Elfa solar.
Clases y Nivel: Trovadora (Nivel 30) Dragonera (Nivel 30).
Las
historias hablan de la diosa del viento que le dio nombre a la luna blanca. Se
habla de una elfa de plateados cabellos que viaja a lomos del viento, pero
también de una muchacha de mil rostros. Las leyendas hablan de que ella
aparecerá para guiar al perdido, pero que es igual de juguetona que las
corrientes de aire.
Cuando
todo inició, Crystalos le dio el nombre de Selenia. Su cuerpo tomó la forma de
una preciosa elfa de largos cabellos plateados, ojos dorados, piel clara como
la nieve y sonrisa bailarina. Sus ropas vaporosas eran lo suficiente para
ocultar su cuerpo pero tan delgadas que no dejaban nada a la imaginación. Pero
el hecho de que la dama fuera atractiva no significaba que fuera inofensiva.
Al
igual que los vientos, Selenia es tan libre que viaja a donde quiere, y como la
brisa de la mañana suele ser amable y cariñosa. Pero no hay que hacerla
enfadar, porque puede convertirse en una tormenta destructora en un simple
momento.
A
Selenia le encanta la historia y los cuentos, y aquellos que crean arte más que
a nadie, por lo que es la matrona de los artistas y de los actores. Se dice
también que creó con su aliento a las razas de los elfos, tanto los solares
como los lunares y los del bosque, por lo que trata a las tres razas como sus
hijos, aunque estuvo mucho tiempo decepcionada de las acciones que sus hijos
solares llevaron a cabo en la Guerra de la Mirada Regia, hecho que se demostró
en varias batallas cuando apareció ella luchando contra los elfos solares de
Aeglos. Hay historias entre los elfos lunares y algunos elfos del bosque de que
fueron liberados por la mismísima divinidad del viento.
Con
el paso del tiempo, admiró cada vez más y más a los artistas, y se dice que
algunos de sus sacerdotes pueden incluso convertirse en otras personas como si
fuera una transformación completa.
Cuando
fue avistada la intención de Northal, Selenia acompañó al resto de sus compañeros
divinos en su viaje hacia la encarnación mortal. Al nacer lo hizo en la isla
élfica, Vieille Ville, en una familia importante de la nación conocida como los
Vientolunar, y recibió el nombre de Talila.
Talila
Vientolunar fue educada como toda una señorita elfa solar... Esto significaba
que debía aprender el honor de tener sangre élfica y que debía despreciar a
todos los que no lo eran, algo que a Talila, desde un principio, se le hizo
extraño. ¿Por qué debía despreciar a los demás solo por ser de una raza
diferente? Era ilógico para ella, por lo que no hizo caso de esas enseñanzas
que para ella eran innecesarias. Prefirió estudiar las artes de los Trovadores
y descubrió que tenía un gran talento para ello, por lo que se juntaba con
personas que sus padres consideraban “purria” o “parias”, como elfos del bosque
viajeros los cuales le enseñaron el arte de la música y de la actuación. Por su
parte, su familia estuvo furiosa con ella y trató de enderazarla, pero ella
simplemente se negó a ello y hacía lo que quería, como si el viento la llamara.
Gracias
a esa conexión con su propia libertad decidió dejar la isla y viajar hacia el
este, donde se encontró con Lucel, el reino de la luna. En aquel lugar se
maravilló de los guivernos que volaban libres por el cielo, y preguntó dónde
podría aprender más de ellos. Sus pasos la dirigieron hacia Drachenhöle y pudo
conocer no solo guivernos, si no también a los poderosos dragones. Impresionada
por sus conocimientos, pero sobretodo por su libertad, aprendió de ellos el arte
de los dragoneros. Bebió de su sabiduría como un sediento en el desierto, y
hasta hizo un pacto con un poderoso dragón de escamas verdes llamado Jaithoss.
Viajaron por el mundo, yendo a las capitales donde la cultura dragonera era más
fuerte, pero Talila siempre sentía que había algo que le faltaba.
Fue
en una batalla aérea cuando se encontró por primera vez a los enviados por
Northal. Un barco volador atacó a la pareja en los cielos nocturnos del océano
norteño, y cuando estaba cayendo, viendo como su compañero dragón volaba hacia
ella con rapidez, la luz de la luna blanca se gravó en sus pupilas. El viento
sopló de la nada y entró en sus huesos, la luz de la luna iluminó su mente... y
despertó como Selenia, la Ventisca de Plata.
Talila
sobrevivió a esa caída y acabó con los demonios que la habían atacado, e
informó a Jaithoss de lo que había pasado. El dragón acompañó a la elfa solar
aun sabiendo que había despertado su naturaleza divina, y alzó un voto al
cielo:
“Sea
en el cielo o en la tierra, tu y yo estaremos juntos hasta que los búhos nos
lleven”.
Conmovida
de que su compañero de vida estuviera a su lado, Talila viajó por el mundo en
su lomo, buscando a sus hermanos divinos. Luchó contra las injusticias que
veía, especialmente cuando se trataba de elfos del bosque o lunares. Trató de
ayudar a todos, sin importarle si eran magis o tecnos, pero se encontró con más
dificultades que otra cosa cuando se trataba de personas que no podían usar
magia ya que muchos estaban siendo manipulados por demonios. Gracias a sus
conocimientos de trovadora y a su rango como dragonera, la diosa del viento
pudo entrar en los salones más importantes de varios reinos encontrando
intrigas y acciones encubiertas en muchos lugares, hasta que se encontró con
sus compañeros dioses.
Durante
la batalla contra Northal, Talila y Jaithoss lucharon con valor y fiereza. El
dragón perdió una de sus alas en la batalla, pero su vida se mantuvo a salvo
gracias a su fuerte vínculo con su compañera divina. Cuando Northal cayó por
fin, Talila y Jaithoss pudieron respirar tranquilos. Fue en ese momento en que
la elfa pidió al dragón que tomara forma de persona para poder casarse con él
de manera oficial, y el dragón verde aceptó con una gran sonrisa. Después,
gracias a los poderes de todos los dioses y al sacrificio de su hermano tiempo,
la Niebla apareció en Crystalis.
La
guerra divina contra el caos había terminado, pero aún habían muchas cosas por
arreglar, por lo que Talila, pese a su necesidad de libertad, tomó la decisión
de ir hacia los diferentes lugares donde los elfos habían sido avistados para
reparar el daño que los demonios y los tecnos habían producido en Rhyne, pero
también viajó por Lahria ayudando lo mejor que pudo con sus capacidades. Durante
un largo tiempo viajó junto a su ahora esposo, y cuando llegó el momento ambos
viajaron hacia la Tierra de las Mil Lunas por sus propios medios... Nadie sabe
si murieron de viejos o si entraron en una de las Cuevas de las Almas por sus
propios pies, pero dejaron de verse para siempre en la tierra de los vivos.
Se
representa a Selenia en pinturas y esculturas con el aspecto de Talila, sin
embargo su armadura tiene forma de escamas de dragón de plata y siempre porta
dos alas dragonianas a la espalda. Sus sacerdotes se dividen en tres: los
Sacerdotes del Viento, los Sacerdotes del Arte y los Sacerdotes de la Luna.
Se
dice que aquellos que viajan por el mundo pueden pedir su protección para un
viaje seguro. También se habla de que los artistas alzan su nombre para que la
inspiración venga a ellos. Los artistas de teatro son muy dados a tener una
figura de una luna con alas de dragón, el cual es su símbolo, en sus lugares de
trabajo.
El
séptimo mes recibe el nombre de Win’Selina en honor a la diosa del viento, y se
trata del mes de la cosecha. El día 21, el Equinoccio de Otoño, se celebra la
festividad de la Ventisca de Plata, donde muchos celebran el final del verano y
bailan y festejan por varios días con comidas típicas de la época. Es
especialmente venerada en Vieille Ville y en Lucel.
Sus
Sacerdotes se encargan de varias tareas:
-
Los
Sacerdotes del Viento
acostumbran mucho a viajar por todo el mundo, especialmente encontrándose en
caravanas y troupes de juglares, o incluso por sus propios medios. Todos ellos
aprendieron a orientarse en el mundo (adquieren la HaCo Ubicación Espacial
& Astronomía).
-
Los
Sacerdotes del Arte suelen ser
artistas de todo tipo, enseñando la palabra de los dioses a través de sus
obras. Muchos de ellos suelen incluso ser Trovadores Devotos que viajan de un
lado para otro de Rhyne, mientras que otros crean pinturas, joyas, esculturas o
cuentos sobre los dioses (adquieren una de las siguientes HaCo: Artesanía
(elegir 1), Canto & Poesía, Danza, Instrumento Musical (elegir 1)).
-
Los
Sacerdotes de la Luna,
por su parte, suelen quedarse en las ciudades ya que casi todos ellos son
actores o modistas. Los teatros de estos sacerdotes tienen siempre alguna luna
alada en sus paredes o puertas, y muchos de sus fondos terminan para ayudar a
los más necesitados. Gracias a esto, adquieren una habilidad casi imposible de
verse como otra persona (adquieren la habilidad Transformación de los Shinobi
incluso si no son de esa clase).
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