viernes, 29 de marzo de 2024

Selenia, la Ventisca de Plata

 Nombre del Avatar: Talila Vientolunar.

Raza del Avatar: Elfa solar.

Clases y Nivel: Trovadora (Nivel 30) Dragonera (Nivel 30).

Las historias hablan de la diosa del viento que le dio nombre a la luna blanca. Se habla de una elfa de plateados cabellos que viaja a lomos del viento, pero también de una muchacha de mil rostros. Las leyendas hablan de que ella aparecerá para guiar al perdido, pero que es igual de juguetona que las corrientes de aire.

Cuando todo inició, Crystalos le dio el nombre de Selenia. Su cuerpo tomó la forma de una preciosa elfa de largos cabellos plateados, ojos dorados, piel clara como la nieve y sonrisa bailarina. Sus ropas vaporosas eran lo suficiente para ocultar su cuerpo pero tan delgadas que no dejaban nada a la imaginación. Pero el hecho de que la dama fuera atractiva no significaba que fuera inofensiva.

Al igual que los vientos, Selenia es tan libre que viaja a donde quiere, y como la brisa de la mañana suele ser amable y cariñosa. Pero no hay que hacerla enfadar, porque puede convertirse en una tormenta destructora en un simple momento.

A Selenia le encanta la historia y los cuentos, y aquellos que crean arte más que a nadie, por lo que es la matrona de los artistas y de los actores. Se dice también que creó con su aliento a las razas de los elfos, tanto los solares como los lunares y los del bosque, por lo que trata a las tres razas como sus hijos, aunque estuvo mucho tiempo decepcionada de las acciones que sus hijos solares llevaron a cabo en la Guerra de la Mirada Regia, hecho que se demostró en varias batallas cuando apareció ella luchando contra los elfos solares de Aeglos. Hay historias entre los elfos lunares y algunos elfos del bosque de que fueron liberados por la mismísima divinidad del viento.

Con el paso del tiempo, admiró cada vez más y más a los artistas, y se dice que algunos de sus sacerdotes pueden incluso convertirse en otras personas como si fuera una transformación completa.

Cuando fue avistada la intención de Northal, Selenia acompañó al resto de sus compañeros divinos en su viaje hacia la encarnación mortal. Al nacer lo hizo en la isla élfica, Vieille Ville, en una familia importante de la nación conocida como los Vientolunar, y recibió el nombre de Talila.

Talila Vientolunar fue educada como toda una señorita elfa solar... Esto significaba que debía aprender el honor de tener sangre élfica y que debía despreciar a todos los que no lo eran, algo que a Talila, desde un principio, se le hizo extraño. ¿Por qué debía despreciar a los demás solo por ser de una raza diferente? Era ilógico para ella, por lo que no hizo caso de esas enseñanzas que para ella eran innecesarias. Prefirió estudiar las artes de los Trovadores y descubrió que tenía un gran talento para ello, por lo que se juntaba con personas que sus padres consideraban “purria” o “parias”, como elfos del bosque viajeros los cuales le enseñaron el arte de la música y de la actuación. Por su parte, su familia estuvo furiosa con ella y trató de enderazarla, pero ella simplemente se negó a ello y hacía lo que quería, como si el viento la llamara.

Gracias a esa conexión con su propia libertad decidió dejar la isla y viajar hacia el este, donde se encontró con Lucel, el reino de la luna. En aquel lugar se maravilló de los guivernos que volaban libres por el cielo, y preguntó dónde podría aprender más de ellos. Sus pasos la dirigieron hacia Drachenhöle y pudo conocer no solo guivernos, si no también a los poderosos dragones. Impresionada por sus conocimientos, pero sobretodo por su libertad, aprendió de ellos el arte de los dragoneros. Bebió de su sabiduría como un sediento en el desierto, y hasta hizo un pacto con un poderoso dragón de escamas verdes llamado Jaithoss. Viajaron por el mundo, yendo a las capitales donde la cultura dragonera era más fuerte, pero Talila siempre sentía que había algo que le faltaba.

Fue en una batalla aérea cuando se encontró por primera vez a los enviados por Northal. Un barco volador atacó a la pareja en los cielos nocturnos del océano norteño, y cuando estaba cayendo, viendo como su compañero dragón volaba hacia ella con rapidez, la luz de la luna blanca se gravó en sus pupilas. El viento sopló de la nada y entró en sus huesos, la luz de la luna iluminó su mente... y despertó como Selenia, la Ventisca de Plata.

Talila sobrevivió a esa caída y acabó con los demonios que la habían atacado, e informó a Jaithoss de lo que había pasado. El dragón acompañó a la elfa solar aun sabiendo que había despertado su naturaleza divina, y alzó un voto al cielo:

“Sea en el cielo o en la tierra, tu y yo estaremos juntos hasta que los búhos nos lleven”.

Conmovida de que su compañero de vida estuviera a su lado, Talila viajó por el mundo en su lomo, buscando a sus hermanos divinos. Luchó contra las injusticias que veía, especialmente cuando se trataba de elfos del bosque o lunares. Trató de ayudar a todos, sin importarle si eran magis o tecnos, pero se encontró con más dificultades que otra cosa cuando se trataba de personas que no podían usar magia ya que muchos estaban siendo manipulados por demonios. Gracias a sus conocimientos de trovadora y a su rango como dragonera, la diosa del viento pudo entrar en los salones más importantes de varios reinos encontrando intrigas y acciones encubiertas en muchos lugares, hasta que se encontró con sus compañeros dioses.

Durante la batalla contra Northal, Talila y Jaithoss lucharon con valor y fiereza. El dragón perdió una de sus alas en la batalla, pero su vida se mantuvo a salvo gracias a su fuerte vínculo con su compañera divina. Cuando Northal cayó por fin, Talila y Jaithoss pudieron respirar tranquilos. Fue en ese momento en que la elfa pidió al dragón que tomara forma de persona para poder casarse con él de manera oficial, y el dragón verde aceptó con una gran sonrisa. Después, gracias a los poderes de todos los dioses y al sacrificio de su hermano tiempo, la Niebla apareció en Crystalis.

La guerra divina contra el caos había terminado, pero aún habían muchas cosas por arreglar, por lo que Talila, pese a su necesidad de libertad, tomó la decisión de ir hacia los diferentes lugares donde los elfos habían sido avistados para reparar el daño que los demonios y los tecnos habían producido en Rhyne, pero también viajó por Lahria ayudando lo mejor que pudo con sus capacidades. Durante un largo tiempo viajó junto a su ahora esposo, y cuando llegó el momento ambos viajaron hacia la Tierra de las Mil Lunas por sus propios medios... Nadie sabe si murieron de viejos o si entraron en una de las Cuevas de las Almas por sus propios pies, pero dejaron de verse para siempre en la tierra de los vivos.

Se representa a Selenia en pinturas y esculturas con el aspecto de Talila, sin embargo su armadura tiene forma de escamas de dragón de plata y siempre porta dos alas dragonianas a la espalda. Sus sacerdotes se dividen en tres: los Sacerdotes del Viento, los Sacerdotes del Arte y los Sacerdotes de la Luna.

Se dice que aquellos que viajan por el mundo pueden pedir su protección para un viaje seguro. También se habla de que los artistas alzan su nombre para que la inspiración venga a ellos. Los artistas de teatro son muy dados a tener una figura de una luna con alas de dragón, el cual es su símbolo, en sus lugares de trabajo.

El séptimo mes recibe el nombre de Win’Selina en honor a la diosa del viento, y se trata del mes de la cosecha. El día 21, el Equinoccio de Otoño, se celebra la festividad de la Ventisca de Plata, donde muchos celebran el final del verano y bailan y festejan por varios días con comidas típicas de la época. Es especialmente venerada en Vieille Ville y en Lucel.

Sus Sacerdotes se encargan de varias tareas:

-       Los Sacerdotes del Viento acostumbran mucho a viajar por todo el mundo, especialmente encontrándose en caravanas y troupes de juglares, o incluso por sus propios medios. Todos ellos aprendieron a orientarse en el mundo (adquieren la HaCo Ubicación Espacial & Astronomía).

-       Los Sacerdotes del Arte suelen ser artistas de todo tipo, enseñando la palabra de los dioses a través de sus obras. Muchos de ellos suelen incluso ser Trovadores Devotos que viajan de un lado para otro de Rhyne, mientras que otros crean pinturas, joyas, esculturas o cuentos sobre los dioses (adquieren una de las siguientes HaCo: Artesanía (elegir 1), Canto & Poesía, Danza, Instrumento Musical (elegir 1)).

-       Los Sacerdotes de la Luna, por su parte, suelen quedarse en las ciudades ya que casi todos ellos son actores o modistas. Los teatros de estos sacerdotes tienen siempre alguna luna alada en sus paredes o puertas, y muchos de sus fondos terminan para ayudar a los más necesitados. Gracias a esto, adquieren una habilidad casi imposible de verse como otra persona (adquieren la habilidad Transformación de los Shinobi incluso si no son de esa clase).


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